IU en Extremadura planteó una iniciativa en el Parlamento de Mérida para que "el sector público extremeño sea 'zona libre' de reforma laboral, es decir, que no se aplique ni en la administración regional ni en las empresas públicas".
Dicha inicitiva fue votada el 12 de abril en el Parlamento emeritense y se aprobó con los votos favorables de la propia IU y el PSOE. En contra voto el grupo parlamentario popular.
Los medios de comunicación han recogido la noticia con bastante pulcritud:
La Propuesta es la siguiente: Propuesta de Impulso ante el Pleno 33/VIII (PDIP-38), instando al Gobierno de Extremadura a no implantar ni en la Administración regional ni en las empresas públicas de Extremadura las nuevas medidas que sobre relaciones laborales establece el Real Decreto-Ley 3/2011, y a dar prioridad en la contratación de obras y servicios a las empresas que se comprometan con un código de buenas prácticas y responsabilidad social; formulada por la Agrupación de Diputados de Izquierda Unida-Verdes-Socialistas Independientes por Extremadura (IU-V-SIEX) (R.E. nº 2.646).]
Llama la atención dicha inicitiva por varias circunstancias, formales y materiales.
Las primeras, menos importantes, por la falta absoluta de claridad en la exposición de su inicitiva. Más que no se aplique la reforma laboral, lo que se pretende es que no se utilicen los recursos que ella patrocina en un reducido ámbito: el de las Administraciones Públicas en Extremadura, que es bien diferente. Parece claro, se mire como se mire, que la comunicación no es el fuerte de este partido político, porque la iniciativa tiene intríngulis, y plantea no pocos problemas en cuanto a su concreción práctica, pero su exposición pública no ha sido muy bien trabajada.
Con respecto a las cuestiones materiales, podemos exponer la inicitativa finalmente aprobada, de forma telegrafica, mediante los siguiente comentarios:
· La inicitiva formalmente no pretende la no apliclación de la reforma laboral a la totalidad del mercado de trabajo, aunque en el debate se desliza otra idea: la inaplicación total de la norma.
· Únicamente pretende que no se aplique en la función pública extremeña: administración y empresas públicas, después de una especie de reconvención tácita al aprobarse su proposición con los votos del PSOE que pretendía esta posibilidad.
· Insta al Gobierno de Extremadura (antes Junta) para que no utilice los recursos que dicha norma pone en maos de las Administraciones Públicas.
· De manera muy interesante, pretende que la Administación de "prioridad en la contratación de obras y servicios a las empresas que se comprometan con un código de buenas prácticas y responsabilidad social".
Ahora bien, en la práctica del debate, no aparece este objetivo tan claro, lo que quizá hubiera dado mucho juego a un pronunciamiento en este sentido en la Asamblea. Bajo ese título lo que se pretende más concretamente, y transcribimos literalmente la trasncripción del Departamento de Publicaciones de la Asamble: "Por eso, nosotros pretendemos, modestamente pretendemos que esta reforma Rajoy que profundiza, que permite arar ese barbecho más aguda y más profunda no se aplique en Extremadura. Nos parece que es perfectamente posible. Está en el ámbito de sus competencias. Es posible hacerlo. No es ninguna ley, la propuesta que hacemos, que vaya contra ninguna… con ninguna ley estatal. No. No pedimos… ni sabemos qué va a pasar en el Congreso. Tienen mayoría suficiente, con la que se le añada de otros grupos nacionalistas. Entonces, no podemos parar esa ley que se va a hacer en el Parlamento del Estado, pero sí podemos hacer que Extremadura sea una zona libre de esa nueva reforma laboral. Podemos conseguirlo. Es relativamente fácil. Basta con que la apoyemos aquí y exista el compromiso del Gobierno para hacerlo". Añadiendo más adelante, como un descargo anticipado de la conciencia: "No pedimos una rebelión de las comunidades, no, no pedimos que haya una rebelión desde el campo hacia la ciudad, como se hubiera protagonizado en otra época, no. Decimos simplemente que Extremadura sea una zona libre de esa reforma laboral, que endurece, precariza, aumenta la incertidumbre, aumenta el miedo. Y nos parece que es perfectamente posible sin provocar ningún enfrentamiento institucional, porque la ley, la ley le da un margen al empleador, le da un margen (se aplicará o no se aplicará). Nosotros queremos simplemente que no se aplique"
Esto es otra cosa distinta. Lo que pretende el respresentate de IU es... ...lo que pretende: que la reforma laboral no se aplique en absoluto... Pero no sólo al ámbito de la Administración Pública autonómica, lo que hubiera provocado un encendido debate político y un interesante conflicto jurídico: ¿puede un parlamento ordenar la actividad del ejecutivo al punto de impedirle aplicar una ley vigente?
Pero la verdad es que en su exposición no habla de empresas públicas o de la propia administración. Pretende, sin más, algo que sabe que no puede ser: que la Asamble tome una postura a favor de inaplicar una norma que no ha sido evacuada por el Parlamento Autonómico, y, como todo el mundo sabe, para la que no tiene competencia.
El representante del Grupo Socialista le anticipa el voto afirmativo, aunque centra verdaderamente el debata para significar que: "Por mucho que usted se empeñe además en dar titulares de prensa y decir que pide que Extremadura sea territorio libre de reforma laboral, primero, no es eso lo que dice su iniciativa y, segundo, no es posible, usted sabe que no es posible, puesto que lo que trae hoy aquí es la no aplicación de los efectos de la norma de ese decreto de medidas urgentes en el ámbito del sector público..., pero no dice nada del sector privada, y desde luego Extremadura es mucho más que sector público"
El representante del Grupo Popular interveniene para significar dos circunstancias. En primer lugar, que "el sindicato mayoritario en España y en Extremadura entre los funcionarios, que es CSI-CSIF, la plataforma sindical, no está en contra de la reforma laboral", y que por ello no va a votar afirmativamente la propuesta de IU. Y, en segundo lugar, que "la reforma laboral, ahora el texto provisional y más adelante el texto definitivo que se está tramitando en el Congreso, es aplicable en toda España, porque las competencias sobre la materia que se abordan en la misma son competencia exclusiva del Estado central. Si aprobamos esta propuesta no solamente estamos aprobando ponernos esa pegatina que ustedes quieren ponerse y que nosotros entendemos que es lógico de “Extremadura libre de reforma laboral” sino que además estamos pidiendo que Extremadura se declare en rebeldía".
Lo llamativo del asunto es que se ha perido una buena oportunidad para favorecer un debate sobre si una determinada administración autonómica puede inaplicar la reforma laboral en su ámbito propio de competencias, y, sobre todo, si un mandato en tal sentido de la cámara autonómica legislativa correspondiente le vincula obligatoriamente.
El claro que una determinada administración puede decidir no aplicar posibilidades que la ley conceder, realización de ERES para las Adminstraciones Públicas, por ejemplo, pero no queda tan claro que sea contrario a derecho aplicar dichos intrumentos cuando la cámara que representa la soberanía reginal le impide dicha actuación.
Los problemas se pueden multiplicar, porque bien podría preguntarse si dicho mandato de la Cámara alcanza también a un Ayuntamiento, a una empresa pública.
Lástima que el oscuro mundo del debate idológico (¿es una cámara como la de Mérida la que tiene que realizar dichos debates?, ¿realmente está preparada para ello y obtiene algún beneficio real haciándolo?) haya opacado un interesante debate técnico.
Si IU hubiera planteado las cosas de manera más líneal, más corta, más directa... con menos carga ideológica, y únicamente referido a la empresa y administración pública extremeña el sentido de la votación y fallo de tal propuesta bien pudiera ser otro. La democracia parlamentaria permite este tipo de maniobras orquestales.
En todo caso no deja de ser una propuesta aguerrida, que podría considerarse como de Dumping Laboral... pero a la inversa. Radicalmente contrario a lo pretendido históricamente por la clase trabajadora, pero en fin... Esto es otro debate, que daría para algo más que un entretenimiento.
Una vez más, el famoso título de la película de Michael Curtiz (1939) ha dado un tremendo juego, en este caso para uno de salón.